La única cosa que se pasa volando
cuando estás embarazada es ¡el tiempo! Qué bárbaro, ayer cerré los ojos y tenía
4 semanas, ahora acabo de cumplir 30 y no sé en qué momento pasó, falta poco más de 2 meses para tener a mi hijo en brazos ¡qué nervios! Lo que me hizo
recordar, que en estas semanas me tenía
que tomar la ecografía 4D, así que en mi última consulta con el ginecólogo le
pregunté si aún estaba a tiempo y me dijo que sí… ¡uff!
Si se están preguntando si hay un
tiempo para estas ecografías? Pues la respuesta es ¡SI!... Yo no lo sabía con
Luciano y felizmente me enteré en el momento preciso, ya que, se pueden hacer desde la semana 22, pero lo
recomendable es hacerlas entre la 26 y la 32. Aunque, en algunos centros médicos sólo te permiten
realizarla hasta la semana 28.
En ese período el bebé aún tiene
el espacio suficiente para moverse y se pueden apreciar sus gestos y facciones
con claridad, su rostro aparece más nítido. Después de ese tiempo, crece, el espacio se hace cada vez más pequeño
y el líquido aumenta, lo cual hace más complicado el poder verlo.
Pero ¿es necesario hacerla? NO. Es una ecografía electiva, por llamarlo así, o
emocional, como la llaman algunos doctores. No está dentro de las ecografías de
rutina (que son 3 a lo largo de todo el embarazo - una en cada trimestre - a menos que el ginecólogo pida
otras adicionales) y no es para ver nada desde el punto de vista médico, para
eso son las ecografías tradicionales (2D).
Sin embargo, son un recuerdo
hermoso, no son invasivas, no le van a hacer ningún daño al bebé ni a la mamá,
muy por el contrario, nos permiten verlo en tiempo real. Ver su carita, observar
rasgos que antes no se podían, como los bostezos, los guiños de ojos, las
sonrisas, las sacadas de lengua, pataditas y los movimientos o gestos que
pudiera estar haciendo nuestro peque en la panza ¡justo en ese momento! ¡Es
increíble! Podemos ver cómo reaccionan a nuestra voz o la voz de papá, si están
despiertos o dormidos, ¡es muy emocionante! Y aunque no me crean, los gestos que
hacen ahí, son muy parecidos a los que hacen cuando van creciendo. También se pueden observar (y escuchar) lo mismo que en las otras ecografías, como por el ejemplo los latidos del corazón, la posición que tiene, si está con vueltas de cordón o no, el tamaño y peso promedio, así como la fecha probable de parto, entre otras cosas.
En Lima hay varios lugares donde
las realizan y el costo varía dependiendo de cada uno, van desde los 150 soles
hasta los 550. Al finalizar, te entregan un CD con el video de la ecografía, las
fotos en color de las imágenes y un informe con los datos encontrados en la
misma.
Si están dentro del rango de
semanas y les gustaría tener este recuerdo, se los recomiendo a mil, es
realmente, una experiencia única, que nunca olvidarán.
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Mi Valentino a las 30 semanas <3 |
¡Un beso!
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