Cuando salí embarazada de mi
primer hijo, mi esposo trabajaba fuera de Lima, en ese entonces, sólo estaba
una semana al mes en casa y justo me enteré a los días que se había ido y no
pude aguantarme la emoción 3 semanas, para contarle que seríamos papás…
así que lo llamé por teléfono y le dije. Lloramos juntos, pude sentir su
felicidad, pero no pude ver su expresión ni abrazarlo hasta que llegara, me
quedé con las ganas de darle la sorpresa y ver su alegría…. Por lo que esta vez, me prometí que sería diferente.
Cuando tuve la sospecha de que
podía estar embarazada, no le dije nada a nadie, salvo a mi mamá y a mi papá, me
compré la prueba de embarazo casera una noche antes (con eso de que tiene que
ser con la primera orina) y la guarde. Al día siguiente, me levanté más
temprano que de costumbre, esperé que se fuera a trabajar e hice la prueba… mis
papas me esperaban afuera igual de nerviosos que yo, cuando salí con el
resultado positivo, nos fuimos a la clínica a re confirmarlos, me hicieron un
análisis de sangre y voila! Efectivamente
estaba embarazada, tenía alrededor de 4 semanas…
Estaba emocionada, muerta de la
felicidad y de nervios, de regreso a casa iba pensando cómo le diría a mi esposo que
seríamos papás otra vez… manejé de frente a una tienda que está por mi
casa que me encanta y compré una cajita de regalo, una tarjeta de baby girl y
una de baby boy porque no sabía qué sería, compré papel trozado sin tener bien
en claro que haría con todo eso… mi esposo estaba por llegar y yo soy muy mala
(pésima) ocultando mis emociones, así que tuve que pensar rápido…
Y esto fue lo que hice, en el
fondo de la caja metí el papel trozado, luego coloqué las dos tarjetitas, la
prueba casera y finalmente la prueba de sangre… cerré la caja con un moño y la
guardé. Cuando llegó mi esposo, le dije que quería hablar con él, que le tenía
un regalo y me senté a mirarlo abrir la cajita, mientras jalaba cada lazo mi
corazón brincaba, tenía un nudo en la garganta, cuando abrió la primera prueba,
la leyó sin darse cuenta muy bien que era, mientras iba descubriendo cada
cosita dentro de la caja, sus lágrimas empezaron a caer, me miró incrédulo y yo
sólo asentí sin decir nada… Nos abrazamos y fueron los minutos más
hermosos, pude ver cada expresión de felicidad, cada lágrima de emoción y me
sentí tan bendecida… conversamos un rato y decidimos ese mismo día contarle a
Luciano también, juntos, que sería el hermano mayor, algo asustados, pero felices.
Les puedo jurar, que ha sido una
de las sorpresas más hermosas que le he dado a mi esposo y verlo tan feliz fue
mi mejor regalo. Hay un montón de maneras de decir que vamos a ser papás por
primera, segunda o tercera vez, y no necesitan de mucho presupuesto,
simplemente un corazón lleno de alegría y un poco de suspenso.
¡Aquí les dejo un link buenazo con algunas
ideas que encontré en Pinterest, para que se animen a sorprenderlos y llorar de
emoción juntos! Denle click aquí: Vamos a ser papás
¡Un beso grande, los quiero!
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