Como buena alumna, había hecho toda mi tarea. Muy puntual 2 veces por semana fui a mis clases de Psicoprofilaxis, donde aprendí, entre otras cosas, a relajarme durante el parto, a saber respirar cuando sintiera las contracciones, a cómo dar de lactar, algo de gimnasia y más... pero no me había preparado para una operación, ¡con el miedo que le tengo a las inyecciones!
El día llegó sin esperarlo, entre riesgo quirúrgico, risas nerviosas, mi ginecólogo de viaje, el maletín del bebé (preparado por semanas!) en la casa y mil miedos en la mano. Luciano había decidido nacer y así fue, pero por cesárea... y yo no tenía idea de cómo era, así que hoy quiero compartir con ustedes lo que aprendí ese día, el más importante de mi vida!
1- La epidural... No es la gran cosa, me habían dicho que dolía un montón, que era casi insoportable y sinceramente, yo ni la sentí (y eso que grito a voz en cuello cuando me ponen una inyección para el resfrío!) Recuerdo que cuando
llegó el anestesista me miró, me dijo que me echara de costado con las
piernas tocando el pecho y que sólo tardaría unos minutos. Yo estaba temblando, los segundos parecían eternos, cada que iba a pinchar, me movía, hasta que me dijo quédate quieta que si te mueves puedo ponértela mal, así que me quedé inmóvil, esperando muerta de nervios a que “pusiera la súper aguja” (obviamente ni
intenté mirar!) cuando el doctor me dijo ya
está, empezarás a sentir frío por las piernas e irá subiendo poco a poco.. ¿es
en serio? ¿ya está? Si, dijo, y sonrío. Efectivamente, minutos después sentí como un líquido subir por mis piernas y
poco a poco me fui acostumbrando a la sensación. Dejan un catéter para
suministrar los calmantes y el resto de la anestesia necesaria durante el parto,
el cual se queda hasta 24 horas después
de la operación y eso es todo.
2.- La Operación... no estás dormida, sólo está anestesiada
la mitad de tu cuerpo, por lo tanto estás presente en toda la operación, sin sentir dolor (en caso de sentirlo tienes que avisar a los doctores para que te pongan
más anestesia) pero si sientes leves tirones, como que te mueven o jalan. La parte de tu vientre está tapada, así que tampoco puedes ver como cortan, pero si escuchas todo lo que dicen los doctores. Cuando el bebé nace, te lo muestran, lo ponen en tu pecho para que puedas darle un beso y luego se lo llevan para limpiarlo y hacerle los chequeos de rutina, mientras terminan de operarte. El tiempo del contacto con tu bebé lo determina el doctor de acuerdo a los factores que influyen al momento de la operación, (riesgos para ti o el bebé) pero si quieres estar más tiempo con el, puedes conversarlo antes con tu ginecólogo y establecerlo en tu plan de parto, para que pueda ayudarte.
3.- ¿A qué hora entra mi esposo? Le pregunté al anestesista
cuando entró a la sala. Ya está esperando afuera, pero recién entrará
cuando el ginecólogo dé la orden ¡PLOP! Yo pensaba que el estaría conmigo en
todo momento, pero recién ingresó cuando faltaba cortar la última capa de piel,
minutos antes de que el bebé nazca. Dicen que es mejor, porque ya ha
habido casos en los que el papá se desmaya en plena operación, pero eso depende del doctor y de la clínica donde vayas a dar a luz. Además, tampoco está muy
cerca de la cama, ni a tu costado como para agarrar tu mano (¡o pellizarlo!) ya
que ahí están los doctores y auxiliares médicos. Mi esposo estuvo a una distancia
prudente, vio todo el parto y al bebé cuando nació, luego salió con él.
4.- Recuperación... No es que después del parto regresas al cuarto al
toque, feliz y sonriente. Al menos eso era lo que yo creía, pero no. Tienes que
estar en sala de recuperación mínimo 2 horas, yo recuerdo que estuve como 5 (por que perdí sangre) las
cuales dormí, dormí y dormí, riquísimo. Si pueden háganlo! Estarán solas en la
sala de recuperación y en serio que esas horitas son reconfortantes,
aprovéchenlas al máximo.
5.- Hablar da gases... ¡es cierto y duelen! Así que si pueden eviten
hablar (recuerdo que mi esposo dijo que había sido el día más feliz de su vida,
yo pregunté ¿Por qué nació Lu? No! porque no hablaste en todo el día! Jajajaja)
yo seguí al pie de la letra el no hablar
el primer día pero al segundo hablé como descocida y en la noche me dolía, así que no se desesperen, hagan todo con calma, poco a poco. Recuerden que aunque se sientan súper bien,
una operación, es una operación!
7.- No cargar peso... Se que suena medio jalado de los pelos porque
necesitamos cargar al bebé, pero es en serio, si pueden solo cárguenlos mientras
están echadas o sentadas en la cama. Yo me hice la valiente, lo cargué, lo
pasee, me agachaba a recoger cosas, me paraba, me sentaba, iba y venía y ¡me
llené de líquido y se me inflamó la herida! Por poco se infecta, tuvieron que
drenar el líquido con una aguja 2 veces, y no pudieron sacarme los puntos
hasta luego de 2 semanas y por si fuera poco ¡me dolía un montón! Así que en serio, NO hagan
esfuerzos, NO carguen peso, NO sean súper mamás, porque después es PEOR.
Esperen por la recuperación, dejen que las engrían. Al menos hasta que les quiten los puntos.
8.- ¡No me va a salir leche! Es uno de los tantos mitos que hay acerca de la cesárea. "A las mujeres que les hacen una cesárea se les corta la leche con tanto medicamento" ¡Mentira! Antiguamente era más complicado, porque usaban anestesia general, ahora no. Así que no hay problema en dar de lactar y la única manera de estimular la producción de leche es con la succión, lo recomendable es poner al bebé a lactar lo más pronto posible (o si el bebé no puede, en todo caso, usar el extractor de leche) ya que es muy necesaria la succión para la producción materna.
Finalmente, los cuidados que hay que tener con una cesárea, son los mismos que con otra operación, el corte que te hacen es horizontal por debajo del área del bikini y no es muy grande, no te asustes si lo ves enorme después de la operación, es normal al comienzo, pero disminuye con el tiempo mientras baja la hinchazón, Los puntos se reabsorben solos pero de todas maneras una semana después más o menos deben programarte la primera cita post parto (para quitar los que quedan afuera, ni se siente!)
Después de la operación no puedes comer hasta el día siguiente más o menos, primero inicias con una dieta blanda y después va cambiando. Levantarte te costará al principio, pero es importante que lo hagas para que circule bien la sangre por el cuerpo, al comienzo tal vez necesites la ayuda de una enfermera y es posible que te marees, (yo me desmayé!), pero es por la operación misma, el estar recostada tanto tiempo, el no haber comido, entre otras cosas. Después de 15 días más o menos, si has seguido las indicaciones del doctor, (depende de cada una, ya que todas somos diferentes por lo tanto nuestra recuperación también!) estarás como nueva y lista para seguir con tu vida como de costumbre, sólo que ahora más feliz, con tu bebé en brazos.
Después de la operación no puedes comer hasta el día siguiente más o menos, primero inicias con una dieta blanda y después va cambiando. Levantarte te costará al principio, pero es importante que lo hagas para que circule bien la sangre por el cuerpo, al comienzo tal vez necesites la ayuda de una enfermera y es posible que te marees, (yo me desmayé!), pero es por la operación misma, el estar recostada tanto tiempo, el no haber comido, entre otras cosas. Después de 15 días más o menos, si has seguido las indicaciones del doctor, (depende de cada una, ya que todas somos diferentes por lo tanto nuestra recuperación también!) estarás como nueva y lista para seguir con tu vida como de costumbre, sólo que ahora más feliz, con tu bebé en brazos.
Una cesárea es un parto, ya sea programada o de emergencia, es un parto. No permitas nunca que alguien te haga sentir menos madre por haber traído a tu hijo al mundo a través de un parto por cesárea, tu sabes todo lo que pasaste, sabes el dolor, el miedo, los cambios de tu cuerpo, el parto es sólo un medio, no define la maternidad, no lo olvides.
Un beso,

Ver también: Cesárea no anunciada
No hay comentarios.:
Publicar un comentario