Este fin de semana tuve una
sensación que ya he tenido anteriormente desde que soy mamá, no sé si les ha
pasado, entro a algún lugar con mi hijo y las personas que están ahí adentro
voltean y me miran como si tuviera un mono bailando a mi lado, y esto para
decirlo de una manera bonita, pero a veces eso cambia por miradas de fastidio,
basta que Luciano diga mamá un poco más fuerte de lo normal y todas las
personas voltean a mirar de nuevo, pero esta vez ya con esas miradas que lanzan
mensajes de incomodidad, me dan ganas de preguntarles ¿acaso nunca han visto un
bebé? Es bonito, ¿no? jajajaja
El sábado nos fuimos con Luciano
a que estrene su moto nueva por el malecón, como estábamos en Miraflores y
hacía frío entramos a un café en Larcomar para tomar lechecita caliente con un
pancito, Lu estaba feliz, la atención fue excelente, la comida muy rica,
primera vez que Luciano tomaba leche en taza, en vez de su acostumbrado
biberón, entonces para nosotros era un momento histórico, fotos a Lu con su
taza, fotos a la taza, fotos a la leche, fotos a Lu de nuevo y así, una cosa de
locos! jajajaja pero al costado de nosotros había una pareja de esposos mayores
ya, que si Luciano decía mamá, volteaban a mirar, decía no, volteaban a mirar,
se reía volteaban a mirar, al comienzo me puse nerviosa, pero mi hijo no estaba
haciendo nada malo! Solo estaba hablando, en realidad balbuceando palabras
porque recién está empezando a hablar, así que me olvidé de ellos y disfruté a
mi gordo… pero igual ya estaba con esa sensación medio rara, mortificada por
las miradas que me lanzaba la señora, era como si quisiera decirme que no debía
estar con Luciano ahí porque podría incomodar su café o algo así, al menos eso
fue lo que yo sentí.
Algo parecido me pasó el otro día que fui a hacer unos pagos a un banco al que nunca voy porque no me gusta, pero bueno, esta vez era inevitable y tuve que ir, ni bien entré una señora que estaba sentada con su ticket en la mano me miró, sin disimular su fastidio, la mujer habrá pensado que iba a sacar ticket preferencial seguro, pero la agencia estaba casi vacía así que preferí esperar, nos sentamos, aunque al minuto siguiente Luciano se bajó y empezó a correr por toda la agencia, recogiendo esos folletos informativos de colores que te ponen en los bancos y me los daba con una enorme sonrisa en su cara, sentí de nuevo esa misma sensación, las casi 6 o 7 personas que estaban ahí dentro empezaron a lanzarme miradas asesinas porque Luciano estaba corriendo, mi mamá angustiada me dice Silvi agarra al bebé para que se siente… Disculpen pero a veces, sólo a veces jajaja, soy un poco malhumorada, así que voltee donde mi mamá y le dije muy cariñosamente: mami, mi hijo sólo está jugando, no grita, no llora, no molesta a nadie, sólo juega y si quieren que se vaya entonces que me atiendan rápido y listo, problema resuelto, creen que alguna persona volvió a mirarnos? No! pero es que es cierto, no estábamos haciendo nada malo, claro que me atendieron al minuto siguiente jajajaja…
Algo parecido me pasó el otro día que fui a hacer unos pagos a un banco al que nunca voy porque no me gusta, pero bueno, esta vez era inevitable y tuve que ir, ni bien entré una señora que estaba sentada con su ticket en la mano me miró, sin disimular su fastidio, la mujer habrá pensado que iba a sacar ticket preferencial seguro, pero la agencia estaba casi vacía así que preferí esperar, nos sentamos, aunque al minuto siguiente Luciano se bajó y empezó a correr por toda la agencia, recogiendo esos folletos informativos de colores que te ponen en los bancos y me los daba con una enorme sonrisa en su cara, sentí de nuevo esa misma sensación, las casi 6 o 7 personas que estaban ahí dentro empezaron a lanzarme miradas asesinas porque Luciano estaba corriendo, mi mamá angustiada me dice Silvi agarra al bebé para que se siente… Disculpen pero a veces, sólo a veces jajaja, soy un poco malhumorada, así que voltee donde mi mamá y le dije muy cariñosamente: mami, mi hijo sólo está jugando, no grita, no llora, no molesta a nadie, sólo juega y si quieren que se vaya entonces que me atiendan rápido y listo, problema resuelto, creen que alguna persona volvió a mirarnos? No! pero es que es cierto, no estábamos haciendo nada malo, claro que me atendieron al minuto siguiente jajajaja…
En el avión también! Me pasó algo
curioso en un viaje que hicimos, no recuerdo exactamente a dónde, Luciano se
asustó cuando el avión despegó, es normal creo yo, hasta a algunos adultos les
asusta, sólo que los bebés no saben decir tengo miedo entonces lloran, Luciano
se puso a llorar y creo que la aeromoza pensó que lloraría todo el viaje porque
llegó corriendo a mi sitio desesperada y me dijo la ayudo en algo, necesita
algo, puedo hacer algo por su hijo? Gracias señorita pero mi hijo sólo se ha asustado
por el despegue, no se preocupe, ahora se le pasa… ¿agua caliente para la
leche, agua para que tome? No gracias, tengo todo listo, pero mientras mi hijo lloraba yo la veía
atrás con una cara de pánico a la pobre mujer, parecía que estuviera viendo a
un fantasma! Jajaja efectivamente cuando el avión se acomodó mi hijo dejó de
llorar y disfrutó el viaje, le encantan los aviones, pero yo ya había sentido
otra vez eso, será que no podemos salir con nuestros hijos a ningún lado?
Ustedes no han sentido alguna vez esas miradas raras de las que les hablo?
Pero bueno, no todo es malo!
También hay lugares increíbles, personas mágicas, ayer fuimos Delicass, en la
bajada balta, creo que el mall lleva su nombre, las personas que atendían
hicieron que la experiencia de compra fuera de lo mejor, la comida muy rica, la
atención A1, Luciano jugó con ellas, eran unos coqueteos increíbles con beso y
todo incluido y el gordo hasta salió con su bolsita de galletas en la mano
(esas que te dan para acompañar el café) y las personas que estaban comiendo
disfrutaron su café normal, algunas miraban con empatía los juegos de lu con
las chicas, todo transcurrió genial, fue una velada perfecta y regresaría a ese
mismo café mil veces más.
También existe la sensación
linda, esa que te dan las personas mágicas, que cuando miran a tu hijo se
siente el calor, se siente la ternura y entiendes que es esa inocencia de los
niños la única que te puede hacer sentir esa paz tan grande, esas personas que saben
que los niños son niños y que su comportamiento no puede ser como el de un
adulto y encuentras de pronto esas miradas de complicidad que hacen que esa
sensación de incomodidad desaparezca de tu cabeza en una.
Que experiencias así tienen
ustedes? Cuéntenme, o seré yo la única que siente esas cosas? Jajajaja J
No hay comentarios.:
Publicar un comentario