Estoy segura que muchas mamis no
han escuchado ese nombre jamás, al igual que yo, aunque para el pediatra de Luciano,
(el cual es increíblemente bueno, lo adoré desde el primer día que fui) es un
viral súper común, por eso me siento en la literal obligación de compartir con
ustedes esta información!
En enero, me fui con César y
Luciano, que en esa fecha tenía año y medio recién cumplidos, a Piura y nos embarcamos
en la aventura de ir en carro, Cesar y yo solos ya hemos ido en carro muchas
veces, pero esta vez era diferente, iba con nosotros Luciano, entonces
acomodamos el carro de la mejor manera, bueno acomodamos, es mucha gente,
jajaja esta vez hay que reconocer que fue un excelente trabajo el de mi esposo,
y lo disfrutó la mitad del viaje que fue a dormir atrás con Luciano mientras
que yo manejaba hasta Chimbote, jajaja… en fin, sin alejarme mucho del tema,
tengo dos hipótesis para compartir sobre cómo Luciano adquirió el famoso síndrome
boca mano pie del cual hago mención… y aquí viene la primera:
Paramos a mitad de camino para
que Cesar acomode las maletas que se habían movido y aprovechar para estirar
las piernas y yo no tuve mejor idea que ir a jugar a los “cerritos de arena”
sube Luciano corre, vamooooos, ujuuuuuu resbalamos y caímos perfecto, pero a
nuestras enemigas las moscas parece que la bajadita les asusto y salieron de
todos los rincones del desierto! Donde estaban que yo no las había visto? Uhm pues
resulta que había caca de perro cerca de ahí y yo no me había dado cuenta!!!!
Luciano y yo habíamos cogido la arena no solo con las manos sino también con
las piernas al caer, y a pesar que nos lavamos muy bien luego y nos bañamos en
alcohol, días después el Dr. me dijo que eso es producto de tener contacto con cosas en mal estado o infectadas, tipo basura y obvio caca de perro, no?
La otra hipótesis es que en la
playa, mi hijo que parece no ser miedoso como su mamá, agarro todo tipo de animales
marinos por donde fue, desde de erizos de mar, lapas y no sé qué más, sin
contar la arena, las piedras, las conchitas, las cuevitas, el agua empozada,
toooodo, entonces podría también haber sido eso, no? Bueno la cosa es la que
sigue, empezó a llenarse de ampollas muy feas, yo pensé que eran por el calor
(estamos hablando de Piura en pleno verano), los mosquitos (es medio alérgico
el hombre, con una picadura se enroncha) pero con los días iban poniéndose más
feas, dejo de comer, no tenía apetito, pero él seguía jugando con sus primas
como si nada, feliz el enano, entonces pensé que seguro como se le había
cambiado la rutina no quería comer, pero nooooo un día vi que tenía la boca
llena de granitos y me asuste, el pie se le empezó a hinchar, parecía tamal,
horrible! empezó a tener fiebre, mi pediatra en Lima pensó que era una eruptiva
y me mandó a hacerle unas pruebas.
Fuimos a un pediatra en Piura que
casi nos mata de un infarto! Nos dijo, muy suelto de huesos, que mi hijo tenía
vasculitis, por favor NO miren en internet los diagnósticos de los doctores, es
lo peor que pueden hacer! Yo busqué inmediatamente que era y fue horrible lo
que encontré, llamé a su doctor y nos hizo regresarnos a Lima, viajamos recontra
asustados, llore todo el camino mientras Cesar manejaba y Luciano dormía,
sentía que me iba a morir con mi hijo, fue espantoso, las 12 horas más largas
de mi vida!
La vasculitis es una enfermedad
muy dura, sobre todo en niños chiquitos, así que se ya imaginaran como estaba!
Pero cuando llegamos donde mi pediatra, después de examinarlo durante unos
minutos que me parecieron horas, me dijo que tenía el síndrome de boca mano pie
y que era muy común, tan común como un resfriado, incluso igual de contagioso!
Plop! En ese momento respire, quise llorar, reír, saltar, todo al mismo tiempo…
me sentía feliz y con una tranquilidad enorme, pero me quedó de lección que nunca hay que
leer resultados por internet y tratar de llevar a sus hijos siempre a sus
pediatras de cabecera o a doctores en los que realmente confían, y no tomen
ninguna decisión sin antes consultar otro médico =) Finalmente, en cinco días
de medicamentos, los síntomas desaparecieron y las ampollas se borraron, no
queda ninguna marca, ni nada J
comparto con uds algunos de éstos, para que sepan que es este síndrome y no los
tome por sorpresa como a mí!
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Ampollas en el cuerpo, sobretodo en la boca,
manos y pies.
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Hinchazón en los pies y manos.
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Fiebre alta (38 – 40).
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Falta de apetito.
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Ardor en la boca debido a las ampollas.
Este virus es más frecuente en bebés y niños pequeños y la única manera de prevenirlo es lavándose las manos continuamente y desinfectando los juguetes. Además recuerden no auto medicar a los bebés, esto nos puede ayudar a saber qué es lo que tiene, pero un
doctor es quien debe que dar el tratamiento adecuado para uno.
Una variante es codos y rodillas que es lo que le dió a mi hija
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